En países de la ex Unión Soviética como Bielorrusia, Kazajistán, Ucrania o la propia Rusia existe una importante cabaña ganadera y la producción de leche es elevada, pero sus grandes industrias lácteas están poco mecanizadas y la aplicación de tecnología es escasa.

Para paliar esta deficiencia, empresarios de firmas lácteas rusas han vuelto la mirada hacia Lugo, hacia las técnicas que se desarrollan en el Aula de Productos Lácteos, que servirían para modernizar sus fábricas y dejar atrás sus técnicas tradicionales. El fin último sería mejorar la producción del queso tradicional ruso EL TVOROG.

La encargada de llevar la tecnología lucense a las industrias lácteas del este será la empresa española Perinox, radicada en Albacete y con implantación en el mercado ruso, que se dedica a la alta tecnología para la industria láctea. Fue esta empresa, junto con la murciana Efabind y la barcelonesa Indima, la que promovió la visita de una treintena de empresarios rusos a Lugo el pasado lunes.

La innovadora tecnología que quieren importar fue desarrollada por el Aula de Productos Lácteos y es aplicada por Innolact, una firma con sede en el polígono industrial de Castro de Ribeiras de Lea y especializada en quesos de untar.

Innolact emplea la filtración selectiva, que permite concentrar en el queso los componentes de la leche con mayor valor nutricional y obtener rendimientos muy superiores a los que ofrecen otras tecnologías. Por cada kilo de queso se producen nueve de suero láctico. Este representa entre el 85% y el 90% por ciento del volumen de la leche y contiene el 55% de sus nutrientes. La ultrafiltración permite concentrar las proteínas del suero y separar minerales y lactosa. Una planta estándar de ultrafiltración produce concentrado de proteínas de suero con un contenido en proteínas del 34 % al 85%.

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