Los quesos de Castilla y León han triunfado en la última edición de los Premios Cincho al lograr llevarse 21 de de los 86 galardones, lo que supone el 24% del total. Un éxito que no sorprende si se tiene en cuenta que para hacer un buen queso es fundamental tener buena leche, tal y como han corroborado algunas de las queserías premiadas. Una premisa que se cumple con creces en Castilla y León, ya que los ganaderos de la comunidad autónoma producen leche de alta calidad y muy natural porque las vacas son alimentadas con cultivos tradicionales como los cereales y con forrajes que casi no precisan tratamientos químicos. Una calidad que se percibe, incluso, en su blancura.

Para aprovechar el tirón promocional que supone la concesión de los Premios Cincho, la Consejería de Agricultura y Ganadería ha editado más de 1.500 folletos con la relación de los quesos premiados de la región, que serán distribuidos en más de 500 establecimientos especializados de dentro y fuera de la comunidad autónoma, así como en los 25 restaurantes que participaron en la promoción del Carro de Quesos. NF06YLW1.JPG

La región obtuvo 11 premios en la categoría de Oro y 8 en la de Plata. Además, hubo dos premios especiales para elaboradores de Castilla y León. Precisamente, estos galardonados atribuyen la clave de su éxito a la calidad de la leche utilizada para su elaboración. El queso Conde Duque, de Industrias Láctea de San Vicente, situada en la localidad leonesa de Navatejera, se llevó un Cincho de Oro y, además, fue elegido por los 120 catadores como el Mejor Queso de Castilla y León 2010. Su propietario, Fernando Díez Boñar, destaca que «el secreto de nuestro queso es que se fabrica con leche de una calidad perfecta». En el caso del queso premiado, se recoge cada día para elaborar en crudo.

En este mismo sentido, se pronuncia Ana Isabel Merino, propietaria, gerente y elaboradora del queso Puebla Luis, de Quesería Artesanal del Río Carrión, del municipio palentino de La Serna, que fue designado como el Mejor Queso Artesano de Castilla y León, después de llevarse también un Cincho de Oro. Merino tiene claro que sin una buena leche es imposible fabricar buenos quesos, y explica que, en su caso, «mimamos mucho al ganado de manera que conseguimos una leche siempre con el mismo PH». Se refiere al rebaño propio de 900 ovejas con cuya leche elabora la familia 15 toneladas de queso al año. Y pone como ejemplo que, desde noviembre a febrero, no han fabricado porque no había leche.

Hay que tener en cuenta que las industrias lácteas de la región elaboran la tercera parte de la producción quesera nacional (el 33%), aunque se sitúan en primer lugar si se habla de queso de oveja (el 70%), producen el 18% de queso de vaca y el 10% de cabra, según los datos facilitados por la Consejería de Agricultura y Ganadería de la Junta, referidos al año 2009. En total produce 102.546 toneladas de queso, frente a las 312.800 toneladas de todo el territorio nacional. Castilla y León es la principal productora nacional de leche de oveja (317.951 litros) y la segunda de leche de vaca (864.356.000 ). La región posee 161 empresas del sector lácteo, que dan trabajo a 3.137 personas y que en 2009 transformaron 102.546 toneladas de leche. Estas industrias generan un volumen de negocio de 1.423 millones de euros y una compras en materias primas de 800 millones.

Además, Castilla y León ofrece una gran variedad de quesos y cuenta con cuatro distintivos de calidad para sus quesos: la Denominación de Origen Protegida (DOP) Queso Zamorano, la DOP Queso de Valdeón, la Marca de Garantía Queso de Arribes de Salamanca y Marca Colectiva Queso Castellano. Esta última marca colectiva se creó en 2009 y, en estos momentos, son 26 las industrias inscritas con una producción certificada estimada de 12 millones de kilogramos de queso.

Los premios Cincho, que organiza cada dos años la Junta de Castilla y León, reconocieron en 2010 la calidad de cuatro quesos fabricados en la comarca chairega. Así, los San Simón de As Fontelas y Crisanto se hicieron respectivamente con el oro y la plata en la modalidad de quesos ahumados de leche de vaca, mientras que Lácteos Lorán copó los dos premios en la categoría de pasta no cocida con las especialidades Cautiv-e y Santa Cruz.

As Fontelas se estrena con un oro en estos premios, donde hasta ahora tenía dos platas. Para su titular, Javier Piñeiro, esta distinción servirá de promoción, ya que le puede abrir puertas fuera de Galicia. «Estes premios dante a coñecer e permítenche facer novos contactos», explica.

En la quesería Crisanto ya son veteranos, pues obtienen premio prácticamente en cada convocatoria. Tienen varios oros y esta vez les ha tocado la plata, que acogen con «satisfacción, porque ves que o teu traballo ten un valor», al tiempo que ven reforzada la promoción de su producto.

Especial relevancia tienen los premios cosechados por la quesería Lácteos Lorán de Gontán (Abadín), ya que era la primera vez que concurría a los Cincho. «Para nós é unha satisfacción profesional moi grande, un recoñecemento ó noso traballo e á nosa aposta pola innovación», explicó Rubén López Rancaño, uno de los responsables de esta empresa en la que se producen hasta 15 variedades de queso de leche de vaca.

El oro recayó en Cautiv-e, «un queixo pequeniño, que se fai en dúas tonalidades, amarelo e marrón», y la plata fue para el Santa Cruz, que se fabrica en tres, seis y diez kilos, estos últimos decorados además con grabados de la Muralla de Lugo y la Cruz de Santiago, respectivamente.

Las tres queserías chairegas recibieron estas distinciones en un certamen internacional en el que participaron, en cerca de 50 categorías diferentes, más de 850 quesos procedentes de una decena de países. Representantes de las empresas que ganaron el oro recogieron el miércoles sus galardones en un acto celebrado en el Teatro Zorrilla de Valladolid.

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